martes, 13 de diciembre de 2011

Tu primera risa

Escribo esto mientras estás durmiendo la segunda siesta del día, Julia. Mañana hará una semana desde que te reíste por primera vez de manera totalmente consciente, ¡no veas qué alegría me diste! Fue el mejor momento de toda la semana, o puede que de todo el mes. Yo te estaba haciendo caritas y ruiditos diversos que a mí me parecían de lo más graciosos, vamos, haciendo el imbécil como sólo saben hacerlo los adultos cuando tienen a un bebé delante, y de repente y sin aviso vas y sueltas una risita absolutamente deliciosa. Desde entonces no paro con las muecas pero todavía no he conseguido que repitas la hazaña. No veas cómo lo estoy deseando, ¡hay que ver qué guapa eres cuando te ríes!

No hay comentarios:

Publicar un comentario