Escribo este blog para mi hija Julia que vino al mundo en octubre de 2011. Al estar embarazada de ella tomé la decisión de hablarle en castellano, aunque mi idioma materno sea el sueco. El castellano lo aprendí a los once años en un colegio de pueblo de la Vega Baja alicantina, y desde entonces hablarlo ha sido como respirar, algo natural. Aún así: menudo desafío me he planteado. Nada, palante y que La Fuerza me acompañe...
martes, 13 de diciembre de 2011
Miss musculitos
Ayer cumpliste dos meses, Julia. Increíble pero cierto, mi nena ya no está recién nacida. Joer, lo digo como si estuvieras a las puertas de la pubertad, que dos meses tampoco son gran cosa pero ya ves que el orgullo materno no conoce límite. Ya pesas unos cinco kilos y medio y mides unos cincuenta y seis centímetros, si no me acuerdo mal. Yo con esto de las medidas soy un poco despistada pero da igual, lo que cuenta es que cada vez que vamos a centro de salud te ponen por los cielos: que si creces bien, que si tienes buen color, que si buenos reflejos, que si mirada despierta... para qué escatimar palabras, eres un prodigio de bebé. Tienes el cuerpo bastante esbelto pero ya tienes una fuerza impresionante en las piernas y en la nuca. Cuando estás boca abajo levantas la cabeza como si no hubieras hecho otra cosa que ejercicios de espalda en el vientre. A estas alturas me has oído decir "campeona, que eres una campeonaaa" unas seiscientas veces. ¡Pero es que es verdad! Yo si tuviera que entrenar mi cuerpo y mis sentidos al ritmo y con la intensidad que lo haces tú no duraría dos días. Qué digo dos días, dos minutos ya serían demasiado. ¡Monstrua!
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